· Si bien no existe una pauta concreta a la hora de elegir los colores de los manteles, es tradicional optar por blanco o tonos muy suaves que no llamen la atención, sólo se debe tener en cuenta que si no forman juego con las servilletas, deben combinar en forma perfecta y al mismo tiempo estar en la gana de los tonos de la vajilla o contrastar creando una combinación atractiva, por ejemplo usando un mantel blanco y vajilla negra
· El mantel siempre debe cubrir la superficie total de la mesa, y colgar entre un cuarto y un tercio de la distancia total del borde la mesa al piso. Nunca debés elegir un mantel que llegue cerca del piso por alguno de sus lados.
· Si la mesa es delicada o de un material que produzca mucho ruido al golpearlo, podés poner entre ésta y el mantel algún protector plástico o de goma que además protegerá la mesa de derrames y de excesivas temperaturas.
Las servilletas, como antes mencionamos, deben estar a tono con el mantel y la vajilla. Además deben tener por lo menos